martes, 22 de febrero de 2011

LIGHTNIN HOPKINS: El Blues de Texas.


Nació en 1912 en Centerville, Texas. De todos los intérpretes del llamado country blues de Texas, el que parece más ceñido al country es Samuel Hopkins. Abandonó el hogar de sus padres apenas se vio con capacidad de tocar la guitarra, empezando sus andanzas musicales tocando en los autobuses urbanos de Houston. Durante las décadas de los veinte, treinta y cuarenta, vagabundeó por el este de Texas y estados fronterizos, tocando como solista o acompañando a otros intérpretes, como Texas Alexander o sus hermanos Joel y John Henry.
En los años 40 sintió la necesidad de la urbe y se afincó en Houston, donde empezó a ganarse la vida como músico de tabernas, sobre todo en la calle Dowling. Fueron los años en que el blues se convertía en una música casi exclusivamente masculina, el vehículo de los cantantes urbanos, de las jump bands y de una nueva generación de cantantes - guitarristas del Sur.


En 1946 Hopkins viajó a los Angeles para tocar con el pianista Wilson Thunder Smith, que fue quien le puso el apodo de "Lightnin". El triunfador de esas grabaciones fue Hopkins, eclipsando al líder. Hopkins era un compositor espontáneo, alguien que podía inventar canciones con naturalidad y sin cansarse ni repetirse. Sus letras hacían comentarios sobre la gente y el mundo, a menudo en tono irónico cuando no sarcástico. A partir de esas grabaciones con Thunder grabó a su nombre más de doscientos títulos en los siguientes seis años. Su carrera tuvo descanso a mediados de la década de los cincuenta, pero hacia finales de la misma los estudiosos del blues lo localizaron y recuperaron para la industria discográfica: con total felicidad se dedicaba a cantar en fiestas campestres y bares de Texas.


En los años 60 comenzó a grabar álbums a un ritmo frenético, contribuyendo con ello al resurgimiento del blues y su difusión fuera de los ámbitos naturales o folklóricos. "Lightnin" hacía giras por todo el mundo, pero nunca dejó de actuar en los más modestos locales de la calle Dowling, como en sus inicios. Entre sus mejores grabaciones figuran: "The Blues" en 1962, "The Sun's Gonna Shine" en 1967 y "The Blues According to Lightni'n Hopkins" en 1970. Murió en 1982, habiendo dejado tras de sí una gran herencia estilística y una música propia documentada en centenares de grabaciones.










Larga Vida al Blues.

lunes, 21 de febrero de 2011

BILLIE HOLIDAY: Camino de Perdición.

Entre las voces femeninas del jazz, la de Billie Holiday (1915-1959), constituye un caso singular por lo azaroso de su vida contada por ella misma en su famosa autobiografía titulada: "Lady Sings The Blues". En ella, Billie Holiday relata como fue su vida desde la misma infancia: violación, acusaciones de prostitución, reformatorios, alcohol, drogas, racismo, cargos por tráfico de estupefacientes, cárcel, inhabilitación para cantar y, por último, la muerte.

Eleanora Fagan, que así se llamaba en realidad, nació el 7 de abril de 1915 en el gueto negro de Baltimore, y su padre, Clarence Holiday tocaba la guitarra y el banjo en la banda de Fletcher Henderson. Se interesó por la música a los diez años influenciada por Bessie Smith y Louis Armstrong, cuando los escuchaba en el gramófono de su casa a ambos.

En 1930, recorriendo Harlem en busca de trabajo, entra en un pequeño club que se llamaba: "Pod's and Jerry's" situado en la Calle 133, ofreciéndose como bailarina. El resultado de la prueba es un desastre y a instancias del pianista se atreve a cantar. Cuando canta "Trav'lin All Alone", las conversaciones en el bar se paran y ahí empieza todo. En 1933, John Hammond, productor musical va a oírla cantar en el club "Log Cabin" y maravillado, habla con Benny Goodman quien el 27 de noviembre de aquel año le abre para toda la vida las puertas de un estudio de grabación.

Con Goodman, permanece poco tiempo y empieza a cantar en clubes mas importantes. Actúa en el famoso "Apollo Theatre" y es contratada por Joe Glaser, el manager de Louis Armstrong. En 1935 aparece cantando con la orquesta de Duke Ellington en la película "Simphony in Black" e inicia una larga y fructífera relación musical con el pianista Teddy Wilson en el sello Columbia. Con Wilson graba cerca de un centenar de canciones y junto a ella tocan los grandes solistas de la época: Ben Webster, Johnny Hodges, Bunny Berigan, Roy Eldridge y sobre todo, Lester Young, con quien alcanzaría una simbiosis creativa del que se encuentran pocos ejemplos en la historia del jazz.

También cantó en la orquesta de Count Basie en 1937 y en 1938 con Artie Shaw, pero el mundo de las grandes orquestas no era el suyo y sus experiencias como vocalista de bigband entre 1936 y 1938 no le dejaron grandes recuerdos. Holiday, se transformó en una estrella de los escenarios de los clubes de New York a principios de los 40, y consigue un contrato de larga duración en el famoso club del Greenwich Village, el "Café Society", regentado por el judío, Barney Josephson, antirracista y de ideas claramente progresistas. Billie tenía solo veinticuatro años y ya era una cantante objeto de culto entre sus seguidores.

En 1943, ganó por primera vez la encuesta de críticos organizada por la revista "Esquire" por delante de Mildred Bailey y de Ella Fitzgerald y al año siguiente grababa para el pequeño, pero selecto sello Commodore, una serie de temas magníficos entre los que destaca su emblemático "Strange Fruit" un alegato antirracista demoledor y el maravilloso "Fine and Mellow" un hermoso blues. En 1945, se casó con el trompetista, Joe Guy, también adicto a la heroína y en agosto de ese año, grabó la versión de referencia del tema "Don't Explain" uno de sus canciones mas hermosas. 1946 la vio participar en un concierto en el teatro neoyorquino Town Hall y la aparición en una película junto a Louis Armstrong, titulada, "New Orleáns", interpretando el papel de una sirvienta.

Sin embargo, la historia de su vida va cuesta abajo a partir de 1950. Cantó en Chicago con Miles Davis y se reencontró con Lester Young en Philadelphia. Norman Granz la contrató para su sello discográfico y también la incluyó en las giras del JATP y en 1953, viajó por primera vez a Europa. A su regreso, ingresó voluntariamente en una clínica para intentar rehacer su vida y tuvo una efímera recuperación que aprovechó para reaparecer en un capitulo televiso dedicada a las "Siete Artes" de la CBS titulada "The Sound of Jazz". El memorable y estremecedor "Fine and Mellow" que cantó acompañada de Lester Young puede considerarse un hito en la historia del jazz. El álbum de 1958, "Lady in Satin", encontró a la artista de 43 años de edad haciendo grandes esfuerzos para cantar como en los mejores tiempos, y al año siguiente falleció. Cuatro meses antes, lo había hecho su admirado Lester Young.

Su muerte pareció una cruel burla del destino; moribunda e inconsciente en la cama del hospital, la policía intentó esposarla acusada de consumir heroína mientras agonizaba. Era el 17 de julio de 1959.








Larga Vida al Jazz.

domingo, 5 de septiembre de 2010

WILLIE DIXON: Talento y Blues.



Nació el 1 de Julio de 1915 en Vicksburg, Mississippi, donde cantó en grupos gospel durante su infancia. Siempre estuvo muy interesado por la letra de las canciones que cantaba, no en vano, su madre escribía poesía religiosa. Tras emigrar a Chicago en 1936, se dedicó al boxeo durante una breve temporada, llegando a ser campeón amateur del Estado de Illinois en la categoría de los pesos pesados. Pasó al profesionalismo, pero su carrera acabó a guantazos en la oficina de un manager que le estafaba. Aprendió a tocar el bajo. Durante la II Guerra Mundial se declaró objetor, por lo cual fue encarcelado. Al salir reemprendió su carrera musical: su primer gran grupo importante fue The Big Three Trío, en 1952, a jornada completa.

A pesar de que también ejerció de solista en sus ratos libres, Willie Dixon es el no-solista (el personaje entre bastidores) más importante de la historia del blues. Y si nos limitamos al Chicago de la posguerra, tal vez sólo Muddy Waters pude compararse con Dixon en cuanto a importancia e influencia.

Willie Dixon es conocido sobre todo por sus composiciones. Suyas son, por ejemplo, “Back Door Man”, “Hoochie Coochie Man”, “I Ain´t Supertitious”, “I Just Want To Make Love To You”, “I´m Ready”, “My Babe”, “Spoonful” o “Little Red Rooster”. No existe ningún bluesman que no tenga en repertorio algún tema de Willie Dixon. En el mundo del rock, sus canciones han sido interpretadas, entre otros, por the Rolling Stones, Eric Clapton, The Doors, Led Zeppelin o Van Morrison.

Además de escribir canciones, Dixon fue un fantástico bajista (toca en discos de Muddy Waters, Howlin´Wolf, Little Walter, Chuck Berry, Bo Didley…), arreglista, productor, cazatalentos y , si era necesario, relaciones públicas. Durante los más de veinte años que trabajó para Chess, él fue el blues (parafraseando el título de su autobiografía).

Trabajando en Chess, Dixon escribió algunos temas para Eddie Boyd e hizo algunas grabaciones como solista. Nada de ello se puede considerar realmente relevante hasta que, en 1954, escribió “Hoochie Coochie Man” para Muddy Waters. De repente todo el mundo quería canciones de Dixon. Howlin´Wolf y Muddy Waters se peleaban por quedarse con las mejores. Dijo Dixon:”No podía darle una canción a uno si no tenía otra para el otro”.

En 1957, Dixon dejó Chess para irse a Cobra, el sello que, con artistas como Magic Sam, Buddy Guy u Otis Rush, definió el “West Side Sound”. La aventura duró un par de años. Tras la quiebra de esta última compañía, Dixon volvió con los hermanos Chess, permaneciendo con ellos hasta 1971.

Durante los años 60, alternó su trabajo en el sello con actuaciones en festivales de blues, realizando giras por Europa integrado en el American Folk Blues Festival. También formó su propio grupo (de formació variable), The Chicago Blues All Stars, tanto para conciertos como para grabaciones. Dixon nunca dejó de grabar como solista, pero no alcanzó con sus grabaciones un éxito ni remotamente comparable al de otros que interpretaron sus canciones.

Siguió en activo durante los años 70 y 80, grabando para sellos cada vez más pequeños. En 1989 publicó su autobiografía “I Am The Blues”. Hacia 1990 se vió obligado a retirarse de finitivamente por problemas de salud. Murió el 29 de Enero de 1992 en Burbank, California.









Larga Vida al Blues.

martes, 24 de agosto de 2010

MISSISSIPPI JOHN HURT: La Sombra del Bluesman.


Nació el 3 de Julio de 1893 en Teoc, Mississippi, pertenecía a la comunidad de Avalon, cerca de Greenwood, y empezó a grabar por recomendación de sus vecinos, un dúo blanco de guitarra y violín, Narmour y Smith, que ya eran artistas de éxito en el ámbito discográfico. Hurt, era un artista estrictamente local, y después de su breve carrera discográfica, en 1925, volvió a Avalon y se desvaneció en la oscuridad.

Sus canciones, acompañadas por un encantador rasgueo de guitarra con un estilo conciso y sincopado, demuestran el enorme grado de desarrollo del blues de Mississippi en este nivel local, y también proporcionan una nueva percepción de la completa gama de la música folk, de la que el blues es sólo una parte. Hurt grabó espirituales, como “Blessed Be the Name” y “Praying On The Old Camp Ground”, cantos de trabajo como, “Spike Driver Blues” y baladas populares como, “Frankie”, “Louis Collins” y “Stack O’Lee Blues”.

En 1963, fue redescubierto por Tom Hoskins y actuó en el “Newport Folk Festival” de 1963 a 1965. Apareció en televisión protagonizando el documental de blues “This Hour Has Seven Days” y grabó tres álbums para Vanguard Records. Hurt murió el 2 de Noviembre de 1966.









Larga Vida al Blues.

lunes, 23 de agosto de 2010

COLEMAN HAWKINS: Cuerpo y Alma.


El hombre que inventó el saxo tenor y enseñó a tocar baladas al mundo del jazz, Coleman Randolph Hawkins, conocido también como Hawk o Bean, había nacido el 21 de noviembre de 1904 en el estado de Misuri.

Fue precisamente su madre, pianista aficionada, la que le inculcó su amor por la música y la que le regaló, al cumplir los nueve años, un saxofón en do (un instrumento que se popularizó antes que el saxo tenor gracias a que la cadena de grandes almacenes Sears Roebruck los vendía a bajo precio). En realidad toda su infancia transcurrió entre instrumentos musicales; piano, violonchelo, saxo.

A los 17 años comenzó a trabajar en teatros de variedades acompañando todo tipo de atracciones. En uno de esos teatros de segunda fila, la cantante Mamie Smith (muy popular en aquel momento) se fijó en él y le ofreció unirse a sus Jazz Hounds. Con Smith viajó por primera vez a Nueva York y también con ella grabó en 1922 su primer disco para la casa Okeh, especializada en race records (término utilizado para describir los discos destinados al público negro).

Cuando el contrato acabó, Hawk se quedó en Nueva York y entró en la orquesta de Fletcher Henderson, con el que actuaría a lo largo de los siguientes 12 años. En 1924 y durante doce meses, Hawkins compartió pupitre en esa orquesta con el joven Louis Armstrong. La big band de Henderson sufrió importantes altibajos económicos en esos años, lo que permitió a Coleman Hawkins colaborar y grabar esporádicamente con otras orquestas de tanto renombre, como los McKinney`s Cotton Pickers, en las que coincidió con otras luminarias de la época como Benny Goodman, Fats Waller, Eddie Condon, Glen Miller o Gene Krupa. Un aprendizaje que sólo puede calificarse como de auténtico lujo.

En 1934, cansado de la frenética vida neoyorquina, decide trasladarse a Europa enrolandose en la orquesta de baile del mediocre Jack Hilton, la misma que unos años antes, en 1929, había sido la primera orquesta internacional que interpretó sonidos jazzísticos (no de mucha calidad pero jazz al fin y al cabo) en un escenario español, durante la exposición internacional de Barcelona. Con Hylton, Hawkins recorrió las más importantes capitales del viejo continente, pero en la frontera alemana fue detenido por la policía hitleriana, que le impidió la entrada en el país debido al color de su piel.

Tras ese incidente, Hawkins se trasladó a París y, de la mano del Hot Club de Francia, pudo tocar y grabar con la flor y nata del jazz europeo, como el guitarrista Django Reinhardt y el violinista Stéphane Grapelli.

Hawk vivió cinco años en Europa y sus planes eran seguir a caballo entre Holanda y París, pero el avance del nazismo truncó sus proyectos.

En julio de 1939 regresó definitivamente a EEUU y, a los pocos días de su llegada, participó en una jam session, posteriormente mitificada por la historia, en la Puss Johnson`s Tavern en la que, ante los atónitos ojos de Billie Holliday, destrozó musicalmente a Lester Young, que en su ausencia se había convertido en el saxofonista más cotizado del panorama. Tras este incidente, la grabación del incomparable “Body and Soul” lo catapultaría al estrellato.

Esa época de ascensión musical coincidió con los inicios del be-bop, y puede decirse que fue prácticamente el único músico salido de la escuela clásica que se acercó a los nuevos sonidos sin miedo pero sin perder nunca su propia personalidad. Hawkins contrató a Dizzy Gillespie y Don Byas para una de sus primeras big bands en 1944, y ese mismo año grabó en formación de cuarteto con Thelonious Monk en el piano. Más tarde, también uniría su saxo a conceptos musicales aparentemente más avanzados, como Miles Davies en 1947, John Coltrane en 1957 y Sonny Rollins en 1963.

Paralelamente a sus éxitos continuados en el campo musical, su vida privada se fue degradando progresivamente a lo largo de toda la década de 1960. Bebedor empedernido, cayó en el alcoholismo crónico, que le provocaba tremendas depresiones durante las cuales el saxofonista se negaba incluso a comer. Con la salud totalmente depauperada se enfrentó a su última gira en primavera de 1969 junto al trompetista Roy Eldridge.

Coleman Hawkins murió el 19 de mayo de 1969 en Nueva York.










Larga Vida al Jazz.